9: ¿Cómo debería evitar la gente que se la «etiquete» con una «enfermedad» y que reciba tratamientos innecesarios?

La medicina ha realizado avances asombrosos: vacunas y antibióticos para prevenir y tratar infecciones; prótesis articulares; cirugía de cataratas; y tratamiento de cánceres infantiles, por nombrar solo algunos. Sin embargo, ese éxito incentiva a la medicina a ampliar su alcance a áreas en las que el beneficio es menor.

Para una persona con un martillo, el mundo entero se parece a un clavo; y para un médico (o una compañía farmacéutica) con un tratamiento nuevo todo se parece a una enfermedad. Por ejemplo, a medida que se desarrollan mejores tratamientos para la diabetes y la presión arterial alta, la tentación que se les presenta a los médicos es recomendar su uso a los pacientes con resultados apenas anormales. De esta forma, aumenta de manera espectacular el número de personas etiquetadas como diabéticas o hipertensas, y se «medicaliza» a muchas personas que antes habrían sido consideradas normales.

Además de cualquier efecto adverso del tratamiento (a veces innecesario), esta «rotulación» tiene consecuencias tanto psicológicas como sociales, que pueden afectar el sentido de bienestar de una persona y, además, crear problemas con el empleo o el seguro.

Por eso es importante que los pacientes y la población en general reconozcan esta cadena de acontecimientos; que se detengan y analicen el probable balance de daños y beneficios antes de precipitarse a aceptar un tratamiento. El cribado generalmente causa estos problemas de rotulación a través del exceso de diagnóstico y del potencial exceso de tratamiento.

La primera defensa es desconfiar de los rótulos y las investigaciones ulteriores propuestas. El comentario aparentemente frívolo de que una persona normal es alguien al que no se ha investigado lo suficiente tiene un trasfondo muy serio. Por esto, siempre es recomendable preguntar si la enfermedad se considera de alto o bajo riesgo.

Además, tal como se sugirió antes, también se debe preguntar qué sucedería si no se hiciera nada a corto plazo: ¿cómo se podría vigilar la afección y cuál sería la señal para actuar? Algunos médicos sienten alivio cuando los pacientes no quieren tratamiento o análisis inmediato. Sin embargo, otros médicos caen en la trampa del rotulado (rótulo = enfermedad = tratamiento obligatorio) sin darse cuenta de que el paciente quizás se conformaría con esperar y ver si el problema mejora o empeora por sí solo.