Atreverse a pensar en hacer menos

Entonces, más no siempre es mejor, y este mensaje sigue siendo importante. En la actualidad, en mujeres con cáncer de mama metastásico (diseminado), existe un entusiasmo considerable por tratamientos como Herceptin. No obstante, Herceptin, en el mejor de los casos, ofrece a estas pacientes una pequeña probabilidad de una vida más prolongada, a veces medida solo en días o semanas, a costa de efectos colaterales graves o, en ocasiones, incluso la muerte a causa del tratamiento en sí. [12,13]

Esta tendencia al exceso de tratamiento también se manifiesta en el extremo opuesto del espectro del cáncer de mama. Por ejemplo, se han utilizado tratamientos excesivos y a menudo innecesarios en mujeres con lesiones precancerosas, como el carcinoma ductal in situ (CDIS) que se detecta en los exámenes de detección temprana del cáncer de mama, cuando el CDIS, si se dejara sin tratamiento, quizás nunca progresaría hasta causarle un problema a la mujer.

Al mismo tiempo, la extirpación sistemática de los ganglios linfáticos axilares como complemento de otros tratamientos se cuestiona cada vez más, porque no parece aumentar la supervivencia y, además, expone a complicaciones desagradables en el brazo, como el linfedema. [14]