Cribado para el cáncer de pulmón: ¿temprano pero no lo suficiente?

Crecimiento y diseminación del cáncer de pulmón en fumadores empedernidos

Crecimiento y diseminación del cáncer de pulmón en fumadores empedernidos. (presiona para agrandar)

El cribado puede detectar la enfermedad de forma más temprana, pero no siempre lo suficiente como para marcar la diferencia (véase la figura).

Algunos cánceres, como el de pulmón, se diseminan en el cuerpo antes de que el paciente presente algún síntoma y antes de que alguna prueba pueda detectar la presencia del cáncer. Los intentos por detectar el cáncer de pulmón a través de las radiografías de tórax ilustran este problema (véase la estadio B en la figura).

En los años setenta, varios estudios grandes en fumadores empedernidos mostraron que, aunque los cánceres se detectaron antes, no había ningún dato probatorio de que esta detección temprana hubiera producido una disminución en las muertes por esta enfermedad. Los cánceres de pulmón detectados en las radiografías ya se habían diseminado fuera de los pulmones. De este modo, los pacientes vivieron más tiempo con el diagnóstico de cáncer y recibieron tratamiento antes, pero esto no influyó en su esperanza de vida.

Más recientemente, un ensayo aleatorizado grande, en el que participaron 53 000 fumadores actuales y exfumadores empedernidos, comparó el cribado por radiografía de tórax con el cribado por un tipo especial de tomografía computarizada (TC) llamada TC helicoidal. Ambos grupos se asignaron a tres procedimientos de cribado anuales. La TC helicoidal diagnosticó los cánceres de pulmón en un estadio más temprano que las radiografías de tórax, y en una proporción pequeña de pacientes esto fue lo suficientemente temprano (estadio A en la figura) para que el tratamiento fuera beneficioso (354 muertes por cáncer de pulmón en el grupo de TC helicoidal frente a 442 en el grupo de radiografía de tórax).

Pero este resultado beneficioso vino a cuenta de una gran proporción de personas rotuladas erróneamente con cáncer de pulmón. En general, por cada 1000 fumadores empedernidos que se realizaron tres radiografías o tomografías anuales, durante ocho años de seguimiento, tres menos murieron de cáncer de pulmón. Pero aún así 15 murieron de cáncer de pulmón a pesar de la detección temprana y 250 recibieron un resultado falso positivo que requirió una investigación más profunda. [19]