El objetivo del cribado y la importancia de la evidencia científica

Los ejemplos presentados demuestran que, antes de precipitarse en el cribado generalizado, vale la pena detenerse un momento para considerar las características clave de los programas de cribado y recordarnos a nosotros mismos cuál es su objetivo. Las personas a las que se les ofrece el cribado no tienen, o no han notado, los signos o síntomas de la afección para la cual se realizarán las pruebas; no han buscado atención médica para el trastorno en cuestión.

El propósito de realizar el cribado de personas individuales o poblaciones es reducir el riesgo de muerte o de una futura enfermedad específica al ofrecer una prueba que tiene la intención de identificar a las personas que podrían beneficiarse con el tratamiento. [1, 21] El objetivo del cribado no es simplemente diagnosticar una enfermedad de forma más temprana, esto quizás no ayude a nadie e incluso puede hacer daño.

Los criterios básicos para juzgar la utilidad de las pruebas de cribado se recogieron en un informe de la Organización Mundial de la Salud en 1968. [22] Estos criterios se han pulido aún más para reflejar la forma en que actualmente se presta la atención de la salud. Las personas a las que se les ofrece el cribado necesitan información completa sobre las pruebas ofrecidas, incluidos los posibles daños, las consecuencias y las limitaciones, además de los posibles beneficios. De este modo, podrán tomar una decisión fundamentada.

Básicamente, los puntos clave se pueden resumir en negarse al cribado a menos que cumplan las siguientes condiciones:

  • La enfermedad para la cual se realizará el cribado es importante desde el punto de vista de la salud pública; por ejemplo, es grave o afecta a una gran cantidad de personas
  • La enfermedad tiene una fase inicial reconocible
  • Existe un tratamiento eficaz y aceptable de la enfermedad, de modo que el cribado tenga probabilidad de influir en su desenlace
  • Existe una prueba válida y fiable para la enfermedad que es aceptable para las personas a las que se les ofrece el cribado
  • El programa de cribado es de buena calidad y económico en el entorno en el que se ofrecerá
  • La información dada a las personas es imparcial, está fundamentada en evidencia científica de calidad y es clara sobre los posibles daños (por ejemplo, exceso de diagnóstico que lleva a un exceso de tratamiento), además de los posibles beneficios
  • La invitación para el cribado no es coercitiva, es decir, debe indicar que es razonable rechazarla
  • Las probabilidades de causarles daño físico o psicológico a las personas a las que se les ofrece el cribado son menores que las probabilidades de que obtengan un beneficio
  • Existen establecimientos adecuados para el diagnóstico y el tratamiento de las anomalías detectadas a través del cribado

Estos criterios refuerzan nuestro mensaje al comienzo de este capítulo: cualquier decisión de introducir un programa de cribado debe estar fundada en evidencia científica de calidad, no solo sobre su eficacia sino también sobre su potencial para causar daño.