El trabajo en conjunto es una buena señal para el futuro

Existen numerosas formas de participación de los pacientes y la población en la evaluación de los tratamientos.

Como ya se describió, pueden ser los principales impulsores, los que señalen qué conocimientos hacen falta y destaquen la necesidad de hacer las cosas de un modo diferente.

Los investigadores pueden facilitar las aportaciones de los pacientes; estos pueden participar en algunas etapas del trabajo, aunque no en otras; pueden intervenir desde el momento de la identificación de una incertidumbre específica que es necesario abordar hasta la difusión y la aplicación de los resultados del proyecto, y su incorporación en una revisión sistemática actualizada; y pueden participar de diferentes maneras dentro de un mismo proyecto.

A veces, son los mismos pacientes y la población quienes emprenden la tarea.

No hay reglas fijas: las estrategias y enfoques que se adopten para un ensayo determinado dependerán de cuáles son los más adecuados. Como lo demostraron los ensayos sobre el cáncer de próstata localizado, los métodos evolucionan todo el tiempo… incluso en el transcurso de un proyecto.

Cuando los pacientes y los investigadores trabajan juntos, conforman una combinación poderosa para reducir las incertidumbres de los tratamientos para beneficio de todos. Diversos métodos para facilitar esta labor conjunta, adaptados a cada estudio en particular según corresponda, con el aval y el apoyo de organizaciones de investigación nacionales, auguran un buen futuro.