Recursos desperdiciados en la atención sanitaria y la investigación

El hecho de no realizar revisiones sistemáticas de datos científicos pertinentes y fiables perjudica incluso cuando no daña a los pacientes ni a las personas que participan en la investigación. Esto se debe a que puede derivar en el desperdicio de recursos en la atención sanitaria y la investigación sanitaria.

Durante los años ochenta y noventa, por ejemplo, más de 8000 pacientes participaron en varias pruebas de un nuevo fármaco propuesto para el accidente cerebrovascular. Investigadores holandeses revisaron sistemáticamente los resultados de estos estudios del fármaco y no pudieron encontrar ningún efecto beneficioso. [17] Luego decidieron revisar los resultados de las pruebas del fármaco realizadas anteriormente con animales. Una vez más, no pudieron encontrar ningún efecto beneficioso. [18]

Si los investigadores que hicieron las pruebas con animales y los investigadores clínicos hubiesen revisado sistemáticamente los resultados de los estudios en animales, a medida que surgían, muy probablemente no se habría invitado a miles de pacientes a participar en los ensayos clínicos. De hecho, se podría haber aprovechado mejor los recursos para el tratamiento de los pacientes que padecen un accidente cerebrovascular, y se podrían haber realizado estudios con más probabilidades de ser relevantes para el descubrimiento de mejoras en los tratamientos de esta afección. Y esto está lejos de ser un ejemplo aislado. [19]