Analgesia epidural para mujeres con trabajo de parto
La importancia de evaluar los resultados que son relevantes para los pacientes se ilustra claramente, de una manera muy negativa, mediante los primeros ensayos de analgesia epidural administrada a las mujeres para aliviar el dolor durante el trabajo de parto.
En los años noventa, unos investigadores revisaron la experiencia con ensayos que compararon la analgesia epidural con otros tipos de analgesia. Calcularon que, a pesar de que en los 20 años anteriores se les había ofrecido un bloqueo epidural a millones de mujeres, se observó que menos de 600 habían participado en comparaciones razonablemente imparciales con otras formas de analgesia.
Encontraron nueve ensayos comparativos que podían analizarse de manera fiable. Las comparaciones se midieron por lo general en términos de niveles de hormonas y otras sustancias que se cree que reflejan el estrés durante el trabajo de parto. Los resultados para el bebé también fueron objeto de cierta atención.
Sin embargo, únicamente en dos de los ensayos se comparó el dolor referido por las propias mujeres. Dicho de otro modo, los investigadores que dirigieron los ensayos habían pasado por alto en gran medida un resultado que, sin duda, era de absoluta importancia: la eficacia para aliviar el dolor de las mujeres. [13]