El tratamiento drástico no siempre es el mejor

‘Es muy fácil para los que tratamos a pacientes con cáncer imaginar que un mejor resultado se debe a un tratamiento más drástico.

Los ensayos aleatorizados que comparan el tratamiento drástico con uno menos drástico son indispensables para proteger a los pacientes de un riesgo innecesario y de los efectos colaterales tempranos o tardíos de un tratamiento innecesariamente radical. La comparación es ética, porque aquellos a quienes se les niega un posible beneficio también están protegidos de un posible daño innecesario… y nadie sabe cuál de los dos resultará ser a fin de cuentas.’

Brewin T in Rees G, ed. The friendly professional: selected writings of Thurstan Brewin. Bognor Regis: Eurocommunica, 1996.